Planning and Organizing/es: Difference between revisions
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Los grupos de material más genéricos a menudo se denominan “colecciones” o, en términos estrictamente de archivo, | |||
“fondos”. Cada colección se divide en “series”, que pueden contener elementos individuales, así como “subseries” y “carpetas” (a veces también denominadas “archivos”): unidades de estructura subordinadas más pequeñas que luego también contienen elementos individuales. Véase la figura 6. | |||
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Este proceso de agrupar, ordenar y diseñar la estructura del material, que en términos de archivo se conoce como “arreglo”, no puede llevarse a cabo siguiendo un manual de instrucciones como si fuera un libro de cocina. Requiere análisis y consideración del material y el contexto en el que fue creado, descubierto o recibido. El objetivo es idear una estructura y un orden que conserve tanto como sea posible el contexto original del material, incluida la información y el significado contenidos en las relaciones originales entre grupos de material. Para lograr esto, la regla general de archivo es ordenar el material con respecto a su “procedencia” (es decir, origen o creador) y su “orden original”. Esto significa reflejar, o seguir en la mayor medida posible, la estructura y el orden que ya está contenido en el material mismo. La presunción aquí es que existe una lógica y un orden obvios o subyacentes para la organización de cualquier grupo dado de material seleccionado para archivar, y que en el proceso de organización del material de origen podemos identificar o descubrir esta lógica y luego replicarla. | |||
Sin embargo, este enfoque es aplicable solo en los casos en que existe un orden y una estructura claros o perceptibles en el material. A menudo, este no es el caso de las OSC que buscan crear archivos digitales de diversos materiales relacionados con violaciones de derechos humanos. Por el contrario, si bien algunos segmentos del material con el que trabajan las OSC pueden estar estructurados y ordenados, por lo general habrá secciones más grandes que lo estén solo parcialmente o de manera inconsistente, o que no tengan ningún orden. | |||
En tales casos, no debemos intentar preservar el “caos original” que se encuentra en el material. Más bien, debemos proceder a organizarlo de la manera que mejor facilite su uso y manejo, confiando a su vez en el análisis del material mismo. Esto se puede hacer ideando varios criterios posibles para agrupar el material, por ejemplo, en función de su autor, la función que cumplió, la acción de la que formó parte o algo similar. Estos criterios iniciales pueden probarse luego aplicándolos a una muestra del material. En función de los comentarios de este proceso piloto, mediante el cual eventualmente identificaremos los criterios que mejor se adapten al material en cuestión y permitan desarrollar una estructura distintiva de colecciones y series en las que todos los grupos de elementos se puedan ubicar lógicamente, podemos modificar aún más los criterios de prueba. | |||
El resultado de este ejercicio será una estructura de archivo de colecciones, series y, si corresponde, subseries y carpetas, en las que todos los grupos de elementos identificados se puedan agregar de manera lógica y significativa. Esta estructura de archivo se puede representar visualmente a través de un árbol jerárquico o un esquema similar. | |||
[[File:CSOs-in-Digital-Archiving-Toolkit-6x9-EN-final-print (KEY WORDS WIKI) Page 059.jpg|thumb|Imagen compartida por CONAVIGUA, organización socia de GIJTR en Guatemala.]] | |||
[[File:CSOs-in-Digital-Archiving-Toolkit-6x9-EN-final-print (KEY WORDS WIKI) Page 059.jpg|thumb| | |||
Para completar esta etapa necesitamos revisar el inventario de identificación y convertirlo en una tabla que refleje la estructura de archivo recién desarrollada, así sus elementos (colecciones, series, subseries y carpetas) se podrán convertir en la unidad principal de análisis. Se proporciona un ejemplo en la Figura 7. | |||
Esta tabla de la estructura del archivo será una herramienta necesaria para los próximos pasos en el procesamiento archivístico del material de origen, así como para el desarrollo posterior del plan general y la finalización de la etapa de planificación y organización. | |||
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Figura 7. | |||
Tabla de estructura del archivo con colecciones, series, subseries y carpetas como unidades de análisis. | |||
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< | <span id="Description"></span> | ||
=== | === Descripción === | ||
Ahora que hemos organizado nuestro material de archivo, necesitamos describir su contenido de una manera que permita a cualquier persona buscar, ubicar y acceder a los elementos de la colección. La descripción del material de archivo también permite su adecuada conservación y guía a los futuros usuarios al proporcionar información contextual importante. Además, permite establecer conexiones entre elementos, incluso de diferentes series. En pocas palabras, sin una descripción, un archivo sería más bien una especie de almacenamiento, en el cual eventualmente sería imposible encontrar o administrar el contenido. | |||
La primera decisión que debe tomar una organización en este punto es si el archivo necesitará (y si es factible que pueda) incluir una descripción de cada elemento individual, o si, en su lugar, se describirá el contenido en el nivel de grupos de elementos, es decir, carpetas o superior. | |||
Para el proceso anterior, es necesaria la descripción básica de cada elemento del material y, como mínimo, la identificación de cada elemento con un número único. Para el material creado digitalmente, esto se puede lograr fácilmente mediante un software (que se indicará más adelante), mientras que para el material físico necesitamos revisar cada elemento individual manualmente e identificarlo. Es preferible una descripción más detallada de cada elemento del contenido, ya que permite buscarlo y ubicarlo más fácilmente. Asimismo, proporciona más detalles y contexto, lo que mejora significativamente la conservación y el acceso futuros. Sin embargo, esto podría no ser siempre posible, a pesar de que esos beneficios potenciales son una preocupación esencial para los archivos de derechos humanos. | |||
El material de origen podría contener una cantidad extremadamente grande de elementos, por lo cual sería imposible describir cada uno de ellos; o la organización podría ser incapaz de recaudar los fondos y recursos necesarios; o podría haber una falta de tiempo por la urgencia de proceder rápidamente por razones de seguridad o conservación. Cualquiera que sea el caso, se debe tomar una decisión sopesando cuidadosamente los beneficios por un lado (en términos de acceso mejorado y conservación) y las desventajas por el otro (incluyendo la viabilidad, el tiempo y los recursos necesarios). | |||
La misma compensación se aplica a la segunda decisión principal que debemos tomar en esta etapa, que es con cuánto detalle y con cuántos elementos queremos describir nuestro contenido, teniendo en cuenta nuestras limitaciones prácticas. Incluir más elementos de descripción nos permitirá brindar un mejor acceso y una orientación más contextual a los usuarios, pero también requerirá más tiempo y recursos. Una vez más, cada organización debe seleccionar los elementos de descripción en función de las circunstancias individuales: tamaño y características de su material de archivo, tipo de acceso que debe proporcionar y capacidades organizativas. | |||
Los elementos de la descripción archivística, también conocidos como “descriptores”, proporcionan datos sobre la ubicación en la estructura del archivo, las características físicas y técnicas, el contenido informativo y la función o finalidad de los elementos archivísticos. Existen diferentes grupos de dichos descriptores, siendo los más relevantes: descriptores generales, de contenido y técnicos. | |||
Los descriptores generales registran información que identifica y ubica elementos, carpetas, subseries o series dentro del archivo, como por ejemplo: | |||
• Un código o número único | |||
• Serie/subserie/carpeta | |||
• Título, autor, fecha de creación | |||
Los descriptores de contenido registran la información contenida en un elemento, carpeta, subserie o serie, en categorías como: | |||
• Tema | |||
• Ubicación | |||
• Tiempo | |||
• Actores | |||
Los descriptores técnicos registran las características físicas y técnicas de un elemento, carpeta, subserie o serie, tales como: | |||
• Ubicación de almacenamiento | |||
• Medios de almacenamiento | |||
• Estado de conservación | |||
• Formato, volumen | |||
También hay muchos otros posibles descriptores, algunos de uso generalizado, otros específicos para un archivo determinado. Cada archivo seleccionará los que mejor se adapten a las necesidades de su material, teniendo en cuenta sus principios rectores. | |||
Para los archivos de derechos humanos de las OSC, un conjunto particularmente importante de descriptores es el que registra información privada, sensible o confidencial presente en el contenido del archivo. Es esencial que un archivo de derechos humanos esté al tanto de cualquier material protegido legalmente o de otro modo, para que pueda administrarse adecuadamente y controlar el acceso a él. | |||
{| class="wikitable" | |||
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! | !¡Alerta estándar! | ||
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| | |Al diseñar estas descripciones, así como al seleccionar y formular los descriptores de nuestro archivo, debemos confiar en los estándares e instrumentos de archivo ampliamente aceptados y utilizados que pueden ayudarnos en este proceso. El estándar recomendado para la descripción de archivos | ||
es “ISAD(G), desarrollado por el Consejo Internacional de Archivos (ICA, por su sigla en inglés), | |||
que también tiene su aplicación diseñada específicamente para archivos de derechos humanos. También hay otras normas pertinentes que podrían utilizarse. | |||
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Nuestra tarea en este punto es analizar y revisar el contenido y su contexto, con el fin de describir, al nivel que seleccionamos, elementos, carpetas, subseries o series, en relación con cada uno de los descriptores seleccionados. Luego registramos estas descripciones en la tabla de estructura del archivo que creamos en el paso anterior. | |||
Con esto hemos completado la fase de organización del procesamiento de archivo de nuestro invaluable material para su preservación. Ahora debemos abandonar el refugio seguro de los procedimientos de archivo estandarizados y establecidos y adentrarnos en los mares inquietos del archivo digital, donde las tecnologías en constante cambio están, para bien o para mal, inseparablemente entrelazadas con los procesos de archivo. | |||
El primer paso en este viaje es la selección del marco de software y hardware de nuestro futuro archivo digital: el sistema de archivo digital. | |||
< | <span id="Digital_Archiving_System"></span> | ||
== | == Sistema de archivo digital == | ||
Un sistema de archivo digital es una infraestructura tecnológica de archivo digital. Define el alcance y el límite de las funciones del archivo y es fundamental para lograr su objetivo principal y metas, así como sostener sus principios generales. Por lo tanto, la selección de un sistema de archivo digital debe integrarse en la etapa de planificación del desarrollo de un archivo digital como su elemento esencial. | |||
[[File:CSOs-in-Digital-Archiving-Toolkit-6x9-EN-final-print (KEY WORDS WIKI) Page 063.jpg|thumb|Imagen compartida por CCJ, organización socia de GIJTR en Colombia.]] | |||
[[File:CSOs-in-Digital-Archiving-Toolkit-6x9-EN-final-print (KEY WORDS WIKI) Page 063.jpg|thumb| | |||
< | <span id="What_Is_a_Digital_Archiving_System?"></span> | ||
=== | === ¿Qué es un sistema de archivo digital? === | ||
El objetivo principal del archivo digital es garantizar que el contenido invaluable que estamos preservando permanezca sin cambios y accesible en el futuro. Esto se puede lograr implementando un marco tecnológico adecuado y sostenible, un sistema de archivo digital, para nuestro archivo digital. | |||
Un sistema de archivo digital es un sistema de componentes de software y hardware que consta de bases de datos, herramientas de software que administran bases de datos y medios de almacenamiento. Una base de datos almacena información sobre el archivo y su contenido en una colección organizada. Cualquier tabla, como el inventario que creamos en el paso anterior, podría verse como una forma de base de datos rudimentaria que contiene información sobre un archivo. Una herramienta de software de archivo permite entonces la gestión de una serie de tales bases de datos, su contenido y las relaciones entre ellas. El software de archivo también sirve como interfaz entre las bases de datos contenidas en el sistema de archivo digital y los usuarios del sistema. Nos permite en la práctica, por ejemplo, agregar grupos de elementos a nuestro inventario o crear una nueva subserie. | |||
Las bases de datos y las herramientas de software se fusionan y constituyen el principal componente de software del sistema: un software de archivo digital que nos permite administrar una colección organizada de información sobre el material de archivo. | |||
Sin embargo, el material de archivo digital en sí se encuentra en medios de almacenamiento, generalmente diferentes dispositivos físicos que pueden almacenar, retener y hacer que los datos de archivo digital estén disponibles para su recuperación. Algunos ejemplos más conocidos de medios de almacenamiento incluyen una unidad de disco duro, una memoria flash y los DVD. Hasta hace poco, el contenido digital se almacenaba solo en piezas individuales de diferentes tipos de medios de almacenamiento, como un solo disco duro o CD. Sin embargo, en las últimas dos décadas surgieron dos nuevas formas de medios de almacenamiento: sistemas de almacenamiento basados en servidores y almacenamiento en la nube. | |||
Un almacenamiento basado en servidor suele encontrarse en las instalaciones del archivo. Es un sistema de múltiples medios de almacenamiento, contenido dentro de un servidor que brinda protección adicional y nos permite recuperar nuestros datos en caso de falla. Su configuración y gestión requieren conocimientos avanzados de TI. | |||
El almacenamiento en la nube es, en esencia, un almacenamiento en un servidor subcontratado, un servicio comercial que proporciona almacenamiento en línea y acceso a nuestros datos. Es importante comprender que cuando almacenamos nuestros datos en la llamada “nube”, en realidad se almacenan en un sistema basado en un servidor a gran escala de una empresa que contratamos para este servicio. | |||
< | <span id="Functions_of_the_Digital_Archiving_System"></span> | ||
=== | === Funciones del sistema de archivo digital === | ||
Los componentes de software y hardware de un sistema de archivo digital funcionan juntos para permitir el desempeño de las funciones clave de un archivo digital. Estos incluyen el almacenamiento, la copia de seguridad, la preservación, el mantenimiento de la integridad y la autenticidad, la protección, el suministro de acceso, la gestión y, finalmente, la migración de datos de archivo. Como apoyo, y para complementar estas funciones principales, un sistema de archivo digital debe permitirnos realizar una amplia gama de tareas y acciones específicas (por ejemplo, verificar datos en busca de errores, restaurar datos perdidos de una copia de seguridad, restringir el acceso a datos confidenciales, entre otros). | |||
Dado que un sistema de archivo digital desempeña un papel tan esencial, es fundamental seleccionar soluciones de software y hardware que satisfagan adecuadamente las necesidades específicas de un archivo determinado, las cuales definen los requerimientos que tendrá el sistema de archivo digital. | |||
Estos requerimientos son siempre específicos para cualquier archivo dado. Al definirlos, debemos relacionarlos con los principios generales del archivo: su propósito, objetivo, metas y responsabilidades. Asimismo, debemos considerar los aspectos prácticos, logísticos y relacionados con los recursos del sistema de archivo digital que elegimos implementar, así como las capacidades actuales y potenciales de nuestra organización para respaldarlo. La figura 8 muestra una lista de algunos de los aspectos de nuestro archivo que requieren consideración y análisis al seleccionar un sistema de archivo digital. | |||
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| | |Contenidos y normas | ||
| | |Administración y recursos | ||
| | |Acceso, Uso, Seguridad | ||
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| | |Aplicación de normas (por ejemplo, de descripción, conservación, seguridad de datos, etc.) | ||
Volumen de material que debe conservarse | |||
Cuánto tiempo debe conservarse el material en el archivo digital | |||
Normas: descripción, conservación, seguridad de los datos, etc. | |||
- deben aplicarse | |||
|Cómo habrá que gestionar y administrar el archivo digital | |||
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Si es necesario registrar la cadena de custodia del material | |||
Recursos financieros, técnicos, humanos y de otro tipo necesarios para la adquisición de software de archivo digital, medios de almacenamiento y ''[[Especial:MiLengua/Glosario de términos y conceptos clave#Mantenimiento activo|mantenimiento]]''' | |||
|Modos en los que se accederá al material del archivo digital y se utilizará, y por qué grupos de usuarios | |||
| | |||
Los usos previstos del material de archivo | |||
Preocupaciones específicas sobre la seguridad de los datos | |||
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Figura 8. Consideraciones en la selección de un sistema de archivo digital | |||
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Responder por escrito a estos y otros puntos que pueden ser pertinentes para un archivo concreto nos dará una visión general de sus necesidades específicas. Estos pueden extrapolarse luego a nuestros requisitos principales para un sistema de archivo digital. Al seleccionar componentes para nuestro sistema de archivo digital, buscaremos soluciones que, en la medida de lo posible, cumplan con estos requisitos. | |||
El proceso de selección de los componentes de software y hardware del sistema de archivo digital debe registrarse y documentarse, en términos de análisis y razonamiento en cuales que se basa. La documentación del proceso facilita futuras | |||
modificaciones, actualizaciones y eventuales migraciones de datos a nuevos sistemas de archivo digital. | |||
Proporcionamos listas de ejemplo de los requisitos principales para un software de archivo digital y medios de almacenamiento para un archivo digital de OSC en el Anexo III. Una vez más, cada archivo deberá incluir sus propias listas de requisitos personalizadas. Además, estos requisitos principales deberán diseñarse y especificarse más a medida que avance el proceso de selección y se revisen y consideren soluciones concretas de software y medios de almacenamiento. | |||
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Revision as of 14:03, 25 February 2024
No se puede subestimar la importancia de una planificación y organización minuciosa y cuidadosa de un archivo digital al comienzo del proceso. Un plan bien diseñado para el archivo proporcionará las bases y la orientación para las decisiones y acciones a lo largo del proceso de archivo digital. Una decisión mal considerada o una omisión en esta fase creará dificultades adicionales en otras fases y acciones en el ciclo de vida de un archivo digital.
Las actividades clave en esta etapa incluyen la elaboración de un plan general para el archivo digital; la creación de un inventario y selección del material para su conservación; la organización y descripción del material para idear una estructura para el futuro archivo, y la planificación del sistema de archivo digital y la selección de sus principales componentes de hardware y software.
Plan general
La creación del plan general es el primer paso fundamental en el proceso de desarrollo de un archivo digital. Establece las causas y el método para el desarrollo del archivo al proporcionarle principios rectores, así como decisiones clave sobre el contenido, el acceso y los principales problemas organizativos, tecnológicos y relacionados con los recursos. Esta planificación avanzada, detallada y de amplio alcance ayudará a la organización a superar una gran variedad de desafíos que se presentarán en las últimas etapas del proceso de creación de archivos digitales.
Es importante señalar que el plan general debe registrar no solo las conclusiones y decisiones, sino también los razonamientos y fundamentos en que se toman, ya que eso ayuda a su posterior revisión y posible modificación, especialmente cuando cambian el contexto o las circunstancias.
No existe una plantilla universal para un plan general del archivo digital, y la utilidad de este documento puede diferir un poco según el contenido y el contexto de la colección, así como la organización misma. Sin embargo, hay un conjunto de preguntas que pueden servir como una guía útil para el desarrollo de un plan general. Estas preguntas se refieren al contenido y el propósito del futuro archivo, así como a cuestiones relacionadas con la organización, la tecnología y los recursos. La proporción de respuestas detalladas, bien informadas y consideradas a este conjunto de preguntas les dará una base sólida para diseñar un plan general.
La figura 2 brinda un ejemplo de una lista de preguntas que deben responderse al desarrollar un plan general para un archivo digital. Tenga en cuenta que este es solo un ejemplo de una lista, no una plantilla, y como tal puede modificarse y adaptarse a las necesidades de un archivo y una organización en particular.
Figura 2. Un ejemplo de una lista de preguntas a responder en el desarrollo de un plan general para un archivo digital |
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Las respuestas a estas preguntas se pueden dividir en diferentes segmentos del plan general. Estas servirán como principios rectores para el desarrollo del archivo digital.
Principios rectores
Los principios rectores resumen el razonamiento detrás del desarrollo de un archivo digital. Indican por qué se necesita un archivo, quién lo usará y cómo, así como cuáles son los beneficios esperados de su creación y desarrollo. Los principios rectores también abordan varios otros temas clave, incluidos los recursos y tecnologías necesarios, las responsabilidades legales y relacionadas con la seguridad, y los asuntos organizativos.
Los principios rectores deben servir como punto de referencia, una escala de medición para cualquier decisión o acción importante futura que se tome en el proceso. Por ejemplo, si uno de los beneficios del archivo digital es mantener la credibilidad de los datos y registrar la cadena de custodia sobre un objeto digital, entonces podemos descartar cualquier software o sistema que no funcione adecuadamente para esa tarea. Del mismo modo, no implementaremos ninguna solución de seguridad de datos que obstruya el acceso de un grupo clave de usuarios.
Si bien son fundamentales para un archivo digital, los principios rectores no están “grabados en piedra” y pueden y deben revisarse y modificarse cuando sea necesario. Con el tiempo, con los cambios en la comunidad externa al archivo, el desarrollo tecnológico y la transformación iterativa del propio archivo, la organización puede decidir modificar los principios rectores del archivo para adaptarlos mejor al entorno modificado.
Un ejemplo ficticio de un plan general se proporciona como una adición al final del manual. En ese ejemplo, incluimos un conjunto de principios rectores que deberían considerarse en la planificación y el desarrollo de cualquier archivo digital. Asimismo, ofrece breves descripciones de las principales consideraciones y cuestiones que debe abordar cada principio rector y un ejemplo de cómo se pueden formular. Este ejemplo no debe considerarse como una lista definitiva de principios rectores ni utilizarse como plantilla.
Identificación, selección y priorización
En forma simultánea al desarrollo del plan general, necesitamos identificar, evaluar, organizar y describir el material que deseamos preservar. Esto nos permitirá mapear el material y recopilar y organizar información clave sobre sus características, lo cual crea la base para un posterior procesamiento de archivo. Asimismo, es un paso necesario para que podamos realizar cualquier planificación y toma de decisiones sobre cómo se puede archivar y preservar el material y cómo se puede construir el sistema digital del archivo.
Gestión de material de archivo físico no estructurado
Llegados a este punto, muchas OSC que sigan este manual en el desarrollo de su archivo digital se encontrarán con el reto de gestionar numerosos lotes desorganizados de su material físico, ya sean cajas llenas de archivos mezclados, estanterías con carpetas y documentos aleatorios o cajas llenas de cintas VHS sin marcar.
La dificultad con la que se encuentran estas organizaciones es cómo tratar adecuadamente ese material físico y convertirlo en contenido de archivo físico organizado, etiquetado y conservado de forma segura, que sólo entonces podría archivarse digitalmente.
Sabemos que se trata de una situación común entre las OSC, posibles usuarias de este manual, debido a los numerosos comentarios que hemos recibido al respecto. Gracias al diseño único del proyecto de la GIJTR “Apoyo a las OSC en el archivo digital”, este manual cuenta con la ventaja de haber sido probado por cuatro OSC y luego revisado por un grupo más amplio de OSC pertinentes que aportaron sus comentarios y recomendaciones.
Gran parte de estos comentarios apuntaban claramente a la necesidad de instrucciones detalladas y prácticas sobre cómo abordar, manejar, organizar y garantizar la conservación a largo plazo del material físico no estructurado que las OSC desean archivar antes de que pueda comenzar el proceso de archivo digital.
Además, la necesidad de este tipo de guía práctica surgió de otra línea de comentarios proporcionados por las OSC, en los que se destacaba que el manual debería exponer con más detalle y de forma práctica los procedimientos de archivo necesarios y las tareas concretas que las OSC deben realizar para organizar, describir y conservar el material físico como condición previa a su archivo digital.
Para gran beneficio de este manual y sus futuros usuarios, precisamente un documento de este tipo, uno que proporciona orientación detallada sobre la organización y el archivo de materiales físicos no estructurados, se ha desarrollado de manera orgánica como parte del proceso de pilotaje de la versión preliminar de este manual. La Coordinadora Nacional de Viudas de Guatemala (CONAVIGUA) fue una de las cuatro organizaciones que pusieron a prueba el borrador de este manual y que se enfrentó al reto de organizar y archivar su material físico no estructurado antes de poder seguir adelante con el uso del manual para crear un archivo digital. Para ello, CONAVIGUA, con el apoyo y la tutoría de la GIJTR, contrató a un archivero externo para que les ayudara a organizar y archivar su material físico. Como resultado de este proceso, crearon una guía sobre cómo organizar un archivo físico en 10 pasos.
Dado que el documento se ha elaborado de forma tan orgánica como parte del proyecto, hemos incluido esta guía en el manual en su forma original como una aportación directa desde el terreno de la misma OSC que identificó esta necesidad durante la aplicación del borrador del manual. Por lo tanto, remitimos a los lectores que necesiten orientación práctica para archivar y conservar sus materiales físicos no organizados a esta guía titulada “Cómo organizar archivos físicos en 10 pasos”, elaborada por Marc Drouin con la colaboración de Daniel Barcsay y Ludwig Klee, en el Apéndice II al final del manual.
Limpieza y copia de seguridad
Antes de comenzar a trabajar con el material destinado a la preservación, primero debemos limpiarlo y realizar una copia de seguridad de nuestro contenido digital.
We should clear the working space for our physical items and lay them out, box by box, to clean them sufficiently to be handled further. This should always be done wearing protective gloves. At this step, we might note and record any items that might be visibly damaged or degrading.
Anytime we work with digital items, we must perform an antivirus check to ensure the files are not infected or corrupted. This should always be done by connecting storage media containing the material to a safe computer, not connected to any computer networks.
Finally, if you do not have a backup of your born-digital files, you should make one immediately before doing any work archiving them.
Material in digital form is exposed to various risks, from fire hazards through infection or corruption when used in an unsafe computer environment to malicious cyberattacks or simple human error. Therefore, making more than one copy of the digital material is fundamental to achieving a basic level of data security. Further, if our resources allow us to use different types of storage media for backup, we can lower the risks for our data. Best practices in managing the backup of digital archival material include:
• Se cuenta con múltiples copias independientes de los materiales digitales • Estas copias se encuentran separadas geográficamente en diferentes ubicaciones • Se emplean diferentes tecnologías de almacenamiento para las copias • Se emplea una combinación de técnicas de almacenamiento en línea y fuera de línea • El almacenamiento se supervisa activamente para garantizar que cualquier problema se detecte y corrija rápidamente
En este punto del proceso, sería suficiente crear dos copias de seguridad y almacenarlas en dos medios de almacenamiento separados, en dos ubicaciones diferentes, si es posible.
Inventario de identificación
El primer paso para procesar el material que deseamos preservar es crear un índice general del mismo. En esencia, necesitamos mapear qué contiene nuestro material, en qué formato, cuánto material hay y en qué estado se encuentra. Esto debe hacerse por grupos de elementos, no por documentos u objetos individuales. A través de este proceso, crearemos una tabla que contenga una lista de grupos de elementos con información clave sobre cada uno.
Primero es necesario identificar los grupos de elementos, lo cual se hace sobre la base de la información y documentación existente sobre el material. Por lo general, una organización ya tendrá algunos resúmenes o listas de diferentes partes del material. Recopilar información de dichos documentos puede ser un buen comienzo, con la ayuda del conocimiento institucional del material y cualquier otra información que tengamos. Esto debe complementarse con la revisión práctica del material, tanto físico, como digital, ya sea revisando cajas y estantes o carpetas contenidas en unidades de almacenamiento digital. En el proceso, debemos notar cualquier grupo adicional o separado de elementos que identifiquemos. Esto nos permitirá crear la lista inicial de grupos de elementos identificados, que luego colocamos en una tabla que podremos llamar “Inventario de identificación” o simplemente “Inventario”. Además de enumerar los grupos de elementos, el inventario debe incluir información sobre el tipo, formato, tamaño, cantidad, condición, ubicación y medio de almacenamiento. En la Figura 3 se proporciona un ejemplo.
Figura 3 Parte de una tabla de inventario. Las filas enumeran los grupos de elementos y las columnas contienen los atributos mediante los cuales se los describe. |
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Estos son los atributos básicos de nuestros grupos de elementos que necesitaremos saber antes de continuar con el proceso de selección, organización y descripción del material. A su vez, esta es información necesaria para el desarrollo del plan general. En la Figura 4 se proporciona una breve explicación de lo que se debe considerar al evaluar grupos de elementos en cada uno de estos atributos.
Figura 4. Descripción de los atributos mediante los cuales se evalúan los grupos de elementos en la tabla de inventario. |
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Selección y priorización
Una vez que el inventario de identificación nos proporcione una visión general clara de qué material de origen tenemos, cuánto y en qué estados y formas, podemos decidir qué grupos de materiales deben conservarse, durante cuánto tiempo y cuál debe ser el orden de su conservación.
Aquí es importante enfatizar lo siguiente: dada la naturaleza del material con el que trabajan las OSC que documentan violaciones masivas de derechos humanos, a menudo estas desean preservar todo, ya que todo el material que han recopilado parece importante y valioso. En algunas situaciones, este podría ser el caso. Sin embargo, más a menudo, la preservación de todo el material de origen no es necesaria, razonable o sostenible. Por ejemplo, una evaluación cuidadosa podría revelar que parte del material ya está preservado en otro archivo, o que el material no tiene ningún valor agregado, o que proviene de una fuente comprometida, etc. Además, también podría ser, por ejemplo, debido al número o tamaño del material de origen, que su conservación a largo plazo sea simplemente insostenible, pues los costos de conservación serían demasiado altos, o las capacidades organizativas o técnicas no lo permitirían.
Por lo tanto, debemos realizar una evaluación, selección y priorización del material de origen para el archivo y la preservación. En términos de archivo, este proceso a menudo se denomina evaluación.
El paso clave en esta actividad es el desarrollo de un conjunto de criterios sobre los que se evalúan los grupos de elementos identificados y se basan las decisiones de selección y priorización. Estos criterios, a su vez, deben basarse en nuestros principios rectores, así como en consideraciones de viabilidad, sostenibilidad, seguridad, accesibilidad y responsabilidad legal.
Selección
Nuevamente, no existe un conjunto universal de criterios de archivo para la selección y priorización del material de origen y su preservación. Los diferentes tipos de archivos, materiales de origen para la preservación y la comunidad y los contextos de los usuarios determinarán qué criterios son relevantes para incluir en el proceso de selección. La Figura 5 ofrece una lista de preguntas que pueden servir como base para diseñar un conjunto específico de criterios de selección adaptados a las características y el contexto del archivo dado.
Figura 5. Conjunto básico de preguntas para la selección de material de origen y su conservación |
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Las respuestas a las preguntas planteadas en el proceso de selección deben registrarse en un informe de selección y conservarse para referencia futura, pues las decisiones relacionadas con la selección y conservación de objetos de archivo deberán revisarse en etapas posteriores y en iteraciones adicionales del ciclo de archivo digital. Idealmente, durante el proceso se enumeran cada grupo de elementos y se anotan las respuestas a las preguntas de selección pertinentes. Para el informe de selección basta con anotar las decisiones clave tomadas en el proceso y el razonamiento en el cual se fundamentaron.
Podríamos concluir que algunos grupos de elementos contienen subgrupos de elementos que deben incluirse en el archivo, así como otros que no. En ese caso, debemos dividir este grupo de elementos y separar los que deben incluirse de los que deben rechazarse, creando dos o más grupos de elementos nuevos, según corresponda. Estos cambios deben reflejarse en el inventario de identificación.
Como resultado del proceso de selección, cada grupo debe marcarse como “seleccionado para su inclusión” o “rechazado”, en cuyo caso puede eliminarse del inventario y del resto del material de origen. Alternativamente, también se puede introducir una categoría de grupos de elementos seleccionados para “inclusión potencial”, si corresponde. Luego se debe crear una columna adicional en el inventario de identificación y se debe marcar cada elemento, en función de su evaluación en el proceso de selección.
Prioritization
El material seleccionado para la preservación no se puede procesar y archivar todo a la vez, debido a las limitaciones de recursos, capacidad y tecnología. Además, algunos segmentos del material pueden requerir preservación o digitalización inmediata, por diferentes razones. Por lo tanto, es útil evaluar y categorizar el nivel de prioridad de los diferentes grupos de elementos para su preservación y digitalización. De esta forma, se puede priorizar al material que más urgentemente se necesita conservar y podemos planificar el orden de conservación según el nivel de prioridad de los grupos. Además, esto nos permite planificar cualquier arreglo específico de seguridad, relacionado con el acceso, tecnológico o de otro tipo, que pueda ser necesario para el material priorizado.
Las principales consideraciones en la toma de decisiones sobre priorización incluyen:
A. Estado actual de conservación, es decir, si el material está dañado, en mal estado o podría perderse o destruirse fácilmente. B. Si existe una necesidad urgente de disponibilidad del material específico, por ejemplo, para fines judiciales o de justicia transicional, o para proporcionar información importante al público o a partes clave interesadas, etc. C. La organización puede decidir dar prioridad a la preservación de objetos que tienen un valor particular para el archivo, la comunidad o la organización, de acuerdo con los principios rectores.
Sin embargo, las consideraciones específicas para la priorización siempre dependerán del carácter y el contexto de cualquier archivo dado. Dependerán del propósito del archivo, sus objetivos, tamaño, contenido, etc. Por lo tanto, podría y debería haber otros criterios de priorización desarrollados a la medida para cualquier archivo dado.
Manejo de material en mal estado En los casos en que determinemos que el material de origen contiene elementos o grupos de elementos en muy malas condiciones y necesitan atención urgente, debemos separar y almacenar dicho material de inmediato pero con cuidado. Este podría ser el caso tanto para elementos físicos (por ejemplo, papel con moho) como digitales (como archivos dañados o infectados). Los elementos físicos cuyo estado se diagnostique como muy malo deberán ser puestos, a la mayor brevedad posible, en las mejores condiciones posibles para su posterior conservación, al mismo tiempo que se deberá contener cualquier daño existente.
¡Recomendación de recursos! Aquí se enumeran un par de recursos útiles que detallan el procedimiento para el cuidado de diferentes tipos de materiales (papel, fotografía, audio, video, etc.) en mal estado de conservación. “Preservación y conservación: Cuidado de las colecciones personales” de las bibliotecas de la Universidad de Emory
“Respuesta ante desastres y recuperación” de los Archivos Nacionales
El resultado de la evaluación de priorización debería ser la clasificación de cada grupo del material seleccionado para su conservación en clases de prioridad como, por ejemplo, niveles de prioridad 1, 2 y 3. En consecuencia, se debe agregar una columna adicional al inventario de identificación donde cada grupo de elementos se marque de acuerdo con el nivel de prioridad asignado.
Organización y descripción
Una vez que tenemos un inventario con información básica sobre los grupos de elementos seleccionados para su conservación, podemos proceder a organizar y describir el material. Esta es una acción necesaria para permitir un mayor procesamiento y preservación de archivos, así como para garantizar que el futuro archivo esté estructurado. Esto permite que sea manejable, se pueda buscar en él y, en última instancia, que su contenido sea accesible. Este paso tiene una gran importancia en el proceso, ya que será la base de la estructura de nuestro futuro archivo digital, con repercusiones en todos los aspectos de su desarrollo.
Organización
La organización del material para la preservación digital implica introducir en él un cierto orden lógico y jerárquico y, por lo tanto, diseñar su estructura. Esto se hace a nivel de grupos de elementos identificados a través del inventario, utilizando el conocimiento y la comprensión del material por parte de una organización.
El proceso de organización del material seleccionado significa que todo su contenido se divide en varios grupos fundamentales, cada uno basado en una o más características comunes compartidas por los grupos de elementos que contienen. Estos grupos más genéricos se dividen luego en subgrupos más pequeños de material, y así sucesivamente hasta el nivel de elementos individuales.
Resource Recommendation! A continuación, le recomendamos que consulte una descripción detallada y muy instructiva del proceso que puede aplicarse fructíferamente a la organización de conjuntos de material no estructurado que figura en una publicación reciente del GIJTR - "Archivos Vivos - Una Caja de Herramientas Introductoria para las Organizaciones de la Sociedad Civil en la Creación de Archivos Orales de Derechos Humanos, Organizar su documentación".
Los grupos de material más genéricos a menudo se denominan “colecciones” o, en términos estrictamente de archivo, “fondos”. Cada colección se divide en “series”, que pueden contener elementos individuales, así como “subseries” y “carpetas” (a veces también denominadas “archivos”): unidades de estructura subordinadas más pequeñas que luego también contienen elementos individuales. Véase la figura 6.
Este proceso de agrupar, ordenar y diseñar la estructura del material, que en términos de archivo se conoce como “arreglo”, no puede llevarse a cabo siguiendo un manual de instrucciones como si fuera un libro de cocina. Requiere análisis y consideración del material y el contexto en el que fue creado, descubierto o recibido. El objetivo es idear una estructura y un orden que conserve tanto como sea posible el contexto original del material, incluida la información y el significado contenidos en las relaciones originales entre grupos de material. Para lograr esto, la regla general de archivo es ordenar el material con respecto a su “procedencia” (es decir, origen o creador) y su “orden original”. Esto significa reflejar, o seguir en la mayor medida posible, la estructura y el orden que ya está contenido en el material mismo. La presunción aquí es que existe una lógica y un orden obvios o subyacentes para la organización de cualquier grupo dado de material seleccionado para archivar, y que en el proceso de organización del material de origen podemos identificar o descubrir esta lógica y luego replicarla.
Sin embargo, este enfoque es aplicable solo en los casos en que existe un orden y una estructura claros o perceptibles en el material. A menudo, este no es el caso de las OSC que buscan crear archivos digitales de diversos materiales relacionados con violaciones de derechos humanos. Por el contrario, si bien algunos segmentos del material con el que trabajan las OSC pueden estar estructurados y ordenados, por lo general habrá secciones más grandes que lo estén solo parcialmente o de manera inconsistente, o que no tengan ningún orden.
En tales casos, no debemos intentar preservar el “caos original” que se encuentra en el material. Más bien, debemos proceder a organizarlo de la manera que mejor facilite su uso y manejo, confiando a su vez en el análisis del material mismo. Esto se puede hacer ideando varios criterios posibles para agrupar el material, por ejemplo, en función de su autor, la función que cumplió, la acción de la que formó parte o algo similar. Estos criterios iniciales pueden probarse luego aplicándolos a una muestra del material. En función de los comentarios de este proceso piloto, mediante el cual eventualmente identificaremos los criterios que mejor se adapten al material en cuestión y permitan desarrollar una estructura distintiva de colecciones y series en las que todos los grupos de elementos se puedan ubicar lógicamente, podemos modificar aún más los criterios de prueba.
El resultado de este ejercicio será una estructura de archivo de colecciones, series y, si corresponde, subseries y carpetas, en las que todos los grupos de elementos identificados se puedan agregar de manera lógica y significativa. Esta estructura de archivo se puede representar visualmente a través de un árbol jerárquico o un esquema similar.
Para completar esta etapa necesitamos revisar el inventario de identificación y convertirlo en una tabla que refleje la estructura de archivo recién desarrollada, así sus elementos (colecciones, series, subseries y carpetas) se podrán convertir en la unidad principal de análisis. Se proporciona un ejemplo en la Figura 7.Esta tabla de la estructura del archivo será una herramienta necesaria para los próximos pasos en el procesamiento archivístico del material de origen, así como para el desarrollo posterior del plan general y la finalización de la etapa de planificación y organización.
Colección Tema Tipo Formato Cantidad o Tamaño Condición Ubicación Colección 1 Serie 1 Serie 2 Subserie 1 Subserie 2 Serie 3 Figura 7.
Tabla de estructura del archivo con colecciones, series, subseries y carpetas como unidades de análisis.
Descripción
Ahora que hemos organizado nuestro material de archivo, necesitamos describir su contenido de una manera que permita a cualquier persona buscar, ubicar y acceder a los elementos de la colección. La descripción del material de archivo también permite su adecuada conservación y guía a los futuros usuarios al proporcionar información contextual importante. Además, permite establecer conexiones entre elementos, incluso de diferentes series. En pocas palabras, sin una descripción, un archivo sería más bien una especie de almacenamiento, en el cual eventualmente sería imposible encontrar o administrar el contenido.
La primera decisión que debe tomar una organización en este punto es si el archivo necesitará (y si es factible que pueda) incluir una descripción de cada elemento individual, o si, en su lugar, se describirá el contenido en el nivel de grupos de elementos, es decir, carpetas o superior.
Para el proceso anterior, es necesaria la descripción básica de cada elemento del material y, como mínimo, la identificación de cada elemento con un número único. Para el material creado digitalmente, esto se puede lograr fácilmente mediante un software (que se indicará más adelante), mientras que para el material físico necesitamos revisar cada elemento individual manualmente e identificarlo. Es preferible una descripción más detallada de cada elemento del contenido, ya que permite buscarlo y ubicarlo más fácilmente. Asimismo, proporciona más detalles y contexto, lo que mejora significativamente la conservación y el acceso futuros. Sin embargo, esto podría no ser siempre posible, a pesar de que esos beneficios potenciales son una preocupación esencial para los archivos de derechos humanos.
El material de origen podría contener una cantidad extremadamente grande de elementos, por lo cual sería imposible describir cada uno de ellos; o la organización podría ser incapaz de recaudar los fondos y recursos necesarios; o podría haber una falta de tiempo por la urgencia de proceder rápidamente por razones de seguridad o conservación. Cualquiera que sea el caso, se debe tomar una decisión sopesando cuidadosamente los beneficios por un lado (en términos de acceso mejorado y conservación) y las desventajas por el otro (incluyendo la viabilidad, el tiempo y los recursos necesarios).
La misma compensación se aplica a la segunda decisión principal que debemos tomar en esta etapa, que es con cuánto detalle y con cuántos elementos queremos describir nuestro contenido, teniendo en cuenta nuestras limitaciones prácticas. Incluir más elementos de descripción nos permitirá brindar un mejor acceso y una orientación más contextual a los usuarios, pero también requerirá más tiempo y recursos. Una vez más, cada organización debe seleccionar los elementos de descripción en función de las circunstancias individuales: tamaño y características de su material de archivo, tipo de acceso que debe proporcionar y capacidades organizativas.
Los elementos de la descripción archivística, también conocidos como “descriptores”, proporcionan datos sobre la ubicación en la estructura del archivo, las características físicas y técnicas, el contenido informativo y la función o finalidad de los elementos archivísticos. Existen diferentes grupos de dichos descriptores, siendo los más relevantes: descriptores generales, de contenido y técnicos.
Los descriptores generales registran información que identifica y ubica elementos, carpetas, subseries o series dentro del archivo, como por ejemplo:
• Un código o número único • Serie/subserie/carpeta • Título, autor, fecha de creación
Los descriptores de contenido registran la información contenida en un elemento, carpeta, subserie o serie, en categorías como:
• Tema • Ubicación • Tiempo • Actores
Los descriptores técnicos registran las características físicas y técnicas de un elemento, carpeta, subserie o serie, tales como:
• Ubicación de almacenamiento • Medios de almacenamiento • Estado de conservación • Formato, volumen
También hay muchos otros posibles descriptores, algunos de uso generalizado, otros específicos para un archivo determinado. Cada archivo seleccionará los que mejor se adapten a las necesidades de su material, teniendo en cuenta sus principios rectores.
Para los archivos de derechos humanos de las OSC, un conjunto particularmente importante de descriptores es el que registra información privada, sensible o confidencial presente en el contenido del archivo. Es esencial que un archivo de derechos humanos esté al tanto de cualquier material protegido legalmente o de otro modo, para que pueda administrarse adecuadamente y controlar el acceso a él.
¡Alerta estándar! Al diseñar estas descripciones, así como al seleccionar y formular los descriptores de nuestro archivo, debemos confiar en los estándares e instrumentos de archivo ampliamente aceptados y utilizados que pueden ayudarnos en este proceso. El estándar recomendado para la descripción de archivos es “ISAD(G), desarrollado por el Consejo Internacional de Archivos (ICA, por su sigla en inglés), que también tiene su aplicación diseñada específicamente para archivos de derechos humanos. También hay otras normas pertinentes que podrían utilizarse.
Nuestra tarea en este punto es analizar y revisar el contenido y su contexto, con el fin de describir, al nivel que seleccionamos, elementos, carpetas, subseries o series, en relación con cada uno de los descriptores seleccionados. Luego registramos estas descripciones en la tabla de estructura del archivo que creamos en el paso anterior.
Con esto hemos completado la fase de organización del procesamiento de archivo de nuestro invaluable material para su preservación. Ahora debemos abandonar el refugio seguro de los procedimientos de archivo estandarizados y establecidos y adentrarnos en los mares inquietos del archivo digital, donde las tecnologías en constante cambio están, para bien o para mal, inseparablemente entrelazadas con los procesos de archivo.
El primer paso en este viaje es la selección del marco de software y hardware de nuestro futuro archivo digital: el sistema de archivo digital.
Sistema de archivo digital
Un sistema de archivo digital es una infraestructura tecnológica de archivo digital. Define el alcance y el límite de las funciones del archivo y es fundamental para lograr su objetivo principal y metas, así como sostener sus principios generales. Por lo tanto, la selección de un sistema de archivo digital debe integrarse en la etapa de planificación del desarrollo de un archivo digital como su elemento esencial.
¿Qué es un sistema de archivo digital?
El objetivo principal del archivo digital es garantizar que el contenido invaluable que estamos preservando permanezca sin cambios y accesible en el futuro. Esto se puede lograr implementando un marco tecnológico adecuado y sostenible, un sistema de archivo digital, para nuestro archivo digital.
Un sistema de archivo digital es un sistema de componentes de software y hardware que consta de bases de datos, herramientas de software que administran bases de datos y medios de almacenamiento. Una base de datos almacena información sobre el archivo y su contenido en una colección organizada. Cualquier tabla, como el inventario que creamos en el paso anterior, podría verse como una forma de base de datos rudimentaria que contiene información sobre un archivo. Una herramienta de software de archivo permite entonces la gestión de una serie de tales bases de datos, su contenido y las relaciones entre ellas. El software de archivo también sirve como interfaz entre las bases de datos contenidas en el sistema de archivo digital y los usuarios del sistema. Nos permite en la práctica, por ejemplo, agregar grupos de elementos a nuestro inventario o crear una nueva subserie.
Las bases de datos y las herramientas de software se fusionan y constituyen el principal componente de software del sistema: un software de archivo digital que nos permite administrar una colección organizada de información sobre el material de archivo.
Sin embargo, el material de archivo digital en sí se encuentra en medios de almacenamiento, generalmente diferentes dispositivos físicos que pueden almacenar, retener y hacer que los datos de archivo digital estén disponibles para su recuperación. Algunos ejemplos más conocidos de medios de almacenamiento incluyen una unidad de disco duro, una memoria flash y los DVD. Hasta hace poco, el contenido digital se almacenaba solo en piezas individuales de diferentes tipos de medios de almacenamiento, como un solo disco duro o CD. Sin embargo, en las últimas dos décadas surgieron dos nuevas formas de medios de almacenamiento: sistemas de almacenamiento basados en servidores y almacenamiento en la nube.
Un almacenamiento basado en servidor suele encontrarse en las instalaciones del archivo. Es un sistema de múltiples medios de almacenamiento, contenido dentro de un servidor que brinda protección adicional y nos permite recuperar nuestros datos en caso de falla. Su configuración y gestión requieren conocimientos avanzados de TI.
El almacenamiento en la nube es, en esencia, un almacenamiento en un servidor subcontratado, un servicio comercial que proporciona almacenamiento en línea y acceso a nuestros datos. Es importante comprender que cuando almacenamos nuestros datos en la llamada “nube”, en realidad se almacenan en un sistema basado en un servidor a gran escala de una empresa que contratamos para este servicio.
Funciones del sistema de archivo digital
Los componentes de software y hardware de un sistema de archivo digital funcionan juntos para permitir el desempeño de las funciones clave de un archivo digital. Estos incluyen el almacenamiento, la copia de seguridad, la preservación, el mantenimiento de la integridad y la autenticidad, la protección, el suministro de acceso, la gestión y, finalmente, la migración de datos de archivo. Como apoyo, y para complementar estas funciones principales, un sistema de archivo digital debe permitirnos realizar una amplia gama de tareas y acciones específicas (por ejemplo, verificar datos en busca de errores, restaurar datos perdidos de una copia de seguridad, restringir el acceso a datos confidenciales, entre otros).
Dado que un sistema de archivo digital desempeña un papel tan esencial, es fundamental seleccionar soluciones de software y hardware que satisfagan adecuadamente las necesidades específicas de un archivo determinado, las cuales definen los requerimientos que tendrá el sistema de archivo digital.
Estos requerimientos son siempre específicos para cualquier archivo dado. Al definirlos, debemos relacionarlos con los principios generales del archivo: su propósito, objetivo, metas y responsabilidades. Asimismo, debemos considerar los aspectos prácticos, logísticos y relacionados con los recursos del sistema de archivo digital que elegimos implementar, así como las capacidades actuales y potenciales de nuestra organización para respaldarlo. La figura 8 muestra una lista de algunos de los aspectos de nuestro archivo que requieren consideración y análisis al seleccionar un sistema de archivo digital.
Contenidos y normas Administración y recursos Acceso, Uso, Seguridad Aplicación de normas (por ejemplo, de descripción, conservación, seguridad de datos, etc.) Volumen de material que debe conservarse
Cuánto tiempo debe conservarse el material en el archivo digital
Normas: descripción, conservación, seguridad de los datos, etc.
- deben aplicarse
Cómo habrá que gestionar y administrar el archivo digital Si es necesario registrar la cadena de custodia del material
Recursos financieros, técnicos, humanos y de otro tipo necesarios para la adquisición de software de archivo digital, medios de almacenamiento y mantenimiento'
Modos en los que se accederá al material del archivo digital y se utilizará, y por qué grupos de usuarios Los usos previstos del material de archivo
Preocupaciones específicas sobre la seguridad de los datos
Figura 8. Consideraciones en la selección de un sistema de archivo digital
Responder por escrito a estos y otros puntos que pueden ser pertinentes para un archivo concreto nos dará una visión general de sus necesidades específicas. Estos pueden extrapolarse luego a nuestros requisitos principales para un sistema de archivo digital. Al seleccionar componentes para nuestro sistema de archivo digital, buscaremos soluciones que, en la medida de lo posible, cumplan con estos requisitos.
El proceso de selección de los componentes de software y hardware del sistema de archivo digital debe registrarse y documentarse, en términos de análisis y razonamiento en cuales que se basa. La documentación del proceso facilita futuras modificaciones, actualizaciones y eventuales migraciones de datos a nuevos sistemas de archivo digital.
Proporcionamos listas de ejemplo de los requisitos principales para un software de archivo digital y medios de almacenamiento para un archivo digital de OSC en el Anexo III. Una vez más, cada archivo deberá incluir sus propias listas de requisitos personalizadas. Además, estos requisitos principales deberán diseñarse y especificarse más a medida que avance el proceso de selección y se revisen y consideren soluciones concretas de software y medios de almacenamiento.
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Selecting Digital Archiving Software
The archival software solutions come in different shapes and sizes, and a wide range of options are available. Different options provide for different functions and vary in performance quality. They also differ in financial and human resources, technical expertise, and organizational capacities their purchase, implementation, maintenance, and development require.
The key distinction is between commercial digital archiving solutions sold by software companies and open-source software developed by communities of programmers that are free to use. Both these options have their benefits and disadvantages that need to be carefully considered before we make the selection. The list of requirements from the Digital Archiving System (see Addendum III) will provide useful guidance in this process, as the two software solutions can be evaluated against it.
The key distinction between open-source and commercial digital archiving software is not whether one is free and the other is not; rather, they are grounded in differing methodologies, approaches, and sustainability models, which leads to them having advantages in some areas and disadvantages in others.
In a nutshell, by selecting one type of software over the other, we prioritize either the flexibility or usability of our archive. Open-source software is more flexible and allows quicker and innovative changes to the archive's structure, elements, and functions. At the same time, however, it requires more time, effort, and expertise to use, maintain, and develop than a commercial solution.
Another essential dilemma in this process is whether we will select a comprehensive, all-in-one solution or a modular solution, a combination of individual software tools working together in one system. The former provides all archival functions within one software solution and is usually more user-friendly for management and use. The latter provides opportunities to fine-tune the system’s functions and introduce new options or services.
Once we have made the strategic decisions to implement an open-source or commercial digital archiving software and an all-in-one or a modular solution, we should select a concrete product among the many available. Our list of requirements will again serve to identify the products that provide the best possible fit for our digital archive in terms of functions, actions, and tasks required to perform while being feasible and sustainable in light of required resources.
It is a good practice to test, on a sample of material, several software solutions that you are considering to test their compatibility with our archive and get a better sense of their look and feel functionality, and efficiency.
It is not advisable to apply software solutions that have recently been developed and, therefore, not yet been widely applied and tested. Instead, we should opt for a proven and widely used solution and carefully analyze available information on its performance, evaluations, and user experiences. Reaching out and directly exchanging experiences with other CSOs considering or implementing such software solutions would be particularly beneficial.
Selecting Storage and Backup Media
Similar to the selection of digital archiving software, we should decide between the main types of archival storage media and their respective advantages and downsides. The most frequently used storage and backup media for archiving include external hard disks (e.g., HDD, RAID, SSD, or flash storage), optical disks (e.g., CD, CD-ROM, DVD or Blu-ray), magnetic tape, server-based storage systems, and online cloud storage.
When selecting storage media, the solution might involve multiple product types, as such a strategy would improve data safety and backup. For example, if resources allow it, we could opt for HDD external hard disks as the main storage media and use online cloud storage as a backup.
Different archives will have different priorities in setting the selection criteria. However, a set of dimensions is almost universally considered relevant, including storage media longevity, capacity, viability, obsolesce, cost, and susceptibility. A useful overview of these criteria and other information relevant to the storage media selection process is provided in the UK National Archives publication “Selecting Storage Media for Long-Term Preservation.”
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